September 16, 2021
On the Bookshelf, with Carmen Diaz Roldán and Fernando González-Laxe
SASE is an international organization with members around the globe, reading thousands of books related to socio-economics every year across topics and languages. To get a sense of what is on SASE members’ minds, the newsletter editors asked some of the voracious readers that make up our association to recommend a few books they are reading (or re-reading) and to tell us a bit about them. This edition of On the Bookshelf features recommendations from Carmen Diaz Roldán (Universidad de Castilla-La Mancha) and Fernando González-Laxe (Universidade da Coruña).
Gabriel Zucman
Ha-Joon Chang
Alice Ekman
Carmen Diaz Roldán, Laura Pérez-Ortiz and Julimar da Silva-Bichara
Paul De Grauwe
Ernst Fiedrich Schumacher
Nadège Rolland
China’s Eurasian Century? Political and Strategic Implications of the Belt and Road Initiative (National Bureau of Asia Research. Washington, 2017)
Este libro se centra en el estudio de la iniciativa Belt and Road (BRI), impulsada por China. En el texto se detallan sus orígenes, razones y objetivos internacionales que implica esta iniciativa en términos económicos, ideológicos y geopolíticos.
La iniciativa BRI es un proyecto que impulsa la promoción del librecambio. Las fuertes inversiones en infraestructuras terrestres, marítimas, energéticas y de comunicación tienen por objetivo acelerar y facilitar los intercambios mundiales. Sin embargo, hay autores que lo relacionan como una simple iniciativa para responder a las consecuencias de una ralentización económica y a las estrecheces que posee la economía de China para impulsar su desarrollo
Por otro lado, el análisis del discurso chino puede darnos pistas sobre las pretensiones de esta nación en la escena internacional. En este libro la autora establece cinco pilares sobre los que se amparan los discursos chinos a lo largo de su activismo institucional. El primero, se sustenta en la profundización de la coordinación de las políticas públicas de desarrollo; esto es, deben convertirse en una plataforma de cooperación y de conectividad que contribuya a mejorar la integración económica a fin de favorecer el crecimiento económico mundial. Es, por tanto, un proyecto participativo y cooperativo. El segundo pilar concierne al desarrollo de las conexiones entre las infraestructuras; es decir, busca unir las grandes ciudades con el interior del territorio chino, alentando la constitución de parques industriales y de zonas francas, amén de articular una red que permita unir China con otros puertos europeos, africanos y americanos. El tercer pilar corresponde al desarrollo del comercio internacional, merced al cual se establecerán 52 zonas de cooperación económica en las que se espera la creación de empleo y mejora de las condiciones de vida. El cuarto pilar de la iniciativa china es la libre circulación de capitales, facilitando el funcionamiento de todos los proyectos planteados. Ni el Banco Mundial ni el FMI participaran en los proyectos amparados por el BRI. La nueva Ruta de la Seda estará financiada por organismos propios, como el Banco de Desarrollo de China, el Export-Import Bank of China; el Agricultural Development Bank of China, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, la banca de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y África Sur); la Organización de Cooperación de Shanghai; y por los grandes bancos chinos (CDB, ICBC, Eximbank, entre otros). De igual forma, participarán los fondos chinos que contribuirán a la financiación de diversos proyectos de la Iniciativa. Por último, el quinto pilar es el relativo a la comprensión mutua entre los pueblos; entendida como un desafío cultural que se apoya en los institutos Confucio y en los forums culturales.
– Fernando González-Laxe